Opinión: División en la COCEI


Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario el miércoles 3/Abr/2013]

La denominada Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo (COCEI) amaga con dividirse. Las noticias que hablan de desmembración entre sus “corrientes” (como denominan a los liderazgos unipersonales y antidemocráticos) alarman a muchas personas que simpatizan con estos grupos que dicen ser de izquierda.
     ¿La razón? Parece existir un desacuerdo al más alto nivel en torno al candidato o candidata que ha de representarlos frente al intento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por conservar la presidencia municipal de Juchitán.
     Lo cierto es que el asunto no parece ser de ideales ni de principios, sino de intereses. Por lo que puede deducir cualquier observador medianamente enterado, parece no haber consenso sobre cómo repartirse el jugoso presupuesto, ni de qué espacios ocupará cada liderazgo o grupo. 
     Lo que hoy acontece en las filas coceístas semeja la disputa entre piratas por la repartición del botín obtenido, con la diferencia de que aquí todavía no hay algo qué repartir. Muchos dirigentes dan por hecho la derrota del PRI en Juchitán y quieren una tajada grande del pastel. 
     Lo malo es que, entretanto, el tricolor está buscando consensos en su interior para llegar con un abanderado fuerte que prorrogue el mandato que los juchitecos dieron a Daniel Gurrión Matías. En este último escenario algunos personajes se quedarían con las manos vacías, o apenas con un porcentaje minúsculos de las posiciones y el presupuesto.
     El tiempo corre y los acuerdos se hacen necesarios. Mantengo mi pronóstico de que la COCEI unida, fácilmente recuperará la presidencia municipal de Juchitán en los meses próximos. Sobre todo después del desempeño de la presente administración, que dejó crecer problemas a grados inimaginables. Sin embargo, si un sector lleva el encono al punto de provocar un importante cisma, ningún pronóstico será válido y sucederá lo que ha pasado últimamente: una derrota segura.
     La pregunta de rigor es: ¿quién o quiénes están maniobrando para “reventar” la designación de un candidato(a) de unidad en la COCEI? ¿A qué intereses sirven? La historia parece repetirse: un movimiento fuerte, con miles de militantes, derrotado por la voracidad de sus líderes, incapaces de llegar a un elemental compromiso.