Opinión.- “Los pueblos ya hablaron”: Carlos Beas

Fotografía.- Nelson Morales.


Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el martes 12/Feb/2013]

El tema de los parques eólicos en el Istmo de Tehuantepec sigue candente. Recién acaban de manifestarse varios centenares de pescadores y campesinos de Álvaro Obregón, Agencia Municipal de Juchitán, y los diarios nacionales, así como las agencias de noticias mundiales, recogen el sentir de una población cada vez más numerosa que se opone a la instalación del proyecto de Mareña Renovables.
     Uno de los protagonistas de esta historia es Carlos Beas, dirigente de UCIZONI (Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo A. C.), que se ha solidarizado con los comuneros que exigen la cancelación del proyecto eólico en los terrenos de San Dionisio del Mar.
     Para conocer de manera directa su versión, presento extractos de la entrevista que realicé al ya mencionado. Desde “alguna carretera de este país”, Carlos Beas accedió a responder las interrogantes de quien esto escribe.
     ¿Por qué tuvo que marcharse temporalmente del Istmo? 
     “Desde el mes de Octubre pasado recibí amenazas de muerte vía telefónica, mismas que se agudizaron en diciembre, en medio de una intensa campaña de denostaciones por parte de diputados priístas, dirigentes empresariales y mercenarios periodísticos. A fines de enero, esta situación se hizo aún más difícil por lo que tuve que solicitar medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.
     ¿Qué motivó a que UCIZONI, que está activa en la zona norte del Istmo, se involucrara en el conflicto de San Dionisio del Mar?
     “La zona de trabajo UCIZONI es mucho más amplia que la llamada zona húmeda. UCIZONI tiene además presencia amplia en el bajo Mixe y en Choapam, e incluso en Lachiguiri y la zona Poniente de Tehuantepec, y por supuesto en Xadani y Unión Hidalgo. Desde hace muchos años, tenemos relaciones de solidaridad y trabajo con los compañeros ikoots de San Dionisio y San Francisco del Mar. UIZONI ha estado llevando maíz criollo, barato y de buena calidad a esa zona, y ha aportado con asesoría legal, transmisores de radio y algunos otros proyectos de tipo productivo y cultural. Un principio de UCIZONI es la solidaridad con los pueblos que luchan por la defensa de su territorio y por la autonomía”.
     Los proyectos no son buenos o malos por sí mismos, sino muchas veces dependen de los contextos económicos, políticos y/o culturales. ¿Qué aspectos les parecen esenciales para oponerse a Mareña Renovables en San Dionisio?
     “Este proyecto es costero, a diferencia de todos los demás. Su ubicación, según algunos especialistas --e incluso lo acepta la misma CONABIO-- tendrá un impacto ambiental importante que afectará de manera radical la fuente de alimentos de las poblaciones ribereñas. En la zona lagunar unas 5,000 familias indígenas tienen a la pesca como actividad económica principal. De instrumentarse el proyecto, se afectará la forma de vida de pueblos que tienen unos mil años viviendo de la pesca.
      Los acuerdos en torno al proyecto se han construido con base a los sobornos y a la operación de las redes caciquiles que operan en la zona, y cuando hablo de estas redes no me refiero nada más a los priístas, ya que algunos dirigentes de la COCEI se han enriquecido en torno a éstos. 
     Hasta ahora son mínimos los beneficios que han dejado los parques eólicos al Istmo. Ni siquiera pagan impuesto predial en Oaxaca. El empleo que generan es muy pequeño y han significado formas burdas, pero legales, de despojo de tierras y pérdida de capacidad productiva, de los que hay muchos ejemplos. Este modelo saquea, destruye identidades y empobrece y genera conflictos al interior de las comunidades”.
     ¿Cabría la posibilidad de renegociar los contratos? o están por la negativa rotunda...
     “En el caso de los parques que ya están funcionando se tendrían que revisar los contratos y obligar a que las empresas cedan energía a las comunidades (hospitales, escuelas, etc.) y suprimir  cláusulas leoninas y restrictivas. En el caso del parque eólico de San Dionisio, los pueblos ya hablaron el día 7 de noviembre pasado y UCIZONI se suma a ese no rotundo”.
     Antes de finalizar la conversación, le comento que será bueno conocer la otra cara de la moneda, cosa que procuraremos hacer en lo inmediato. Carlos Beas acepta que debe existir un debate, un diálogo con argumentos razonados. Sin embargo, apunta: “ha sido lamentable y condenable la intervención del gobierno del Estado, el cual desplazó su agenda política por un portafolios de negocios. Por esa razón, el gobierno es parte del conflicto y no tiene capacidad ni calidad de convocar al dialogo”.
     Será forzoso, entonces, que una organización apartidista convoque al mismo, le digo, y nos despedimos.