Opinión: AMLO y la COCEI

Fotografía tomada de Intenet.


Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el lunes 11/Feb/2013]

Andrés Manuel López Obrador va camino a su tercera elección presidencial. Si algo caracteriza al ex jefe de gobierno del Distrito Federal es su persistencia, que lo hace levantarse una y otra vez. Así sucedió en 2006, cuando perdió la elección por menos de un punto porcentual. Tal parece que así acontecerá nuevamente, luego de haber sido vencido, en batalla desigual, por Enrique Peña Nieto.
     Los hilos de la política son muy delgados. Tanto, que caben en cualquier orificio de aguja. Un dicho reza que en la política no hay ideales sino intereses, y tal cosa se constata cuando vemos alianzas incongruentes. Y no me estoy refiriendo a la coalición electoral PAN-PRD en el Estado de Oaxaca, sino a la mancomunión entre dos tendencias diametralmente opuestas: el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y la llamada Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo (COCEI).
     El primero está encarnado en la figura de su líder: Andrés Manuel López Obrador. El segundo, en la de sus patrones: cada uno de los dirigentes “históricos” del otrora grupo de izquierda. 
     Mientras que en lo nacional, Morena ha mantenido un discurso contra la corrupción, el influyentismo, y demás vicios políticos; en lo regional, la llamada COCEI se ha degradado más que el PRI en sus peores años.
     ¿Cómo puede alguien apoyar a López Obrador si se le mira rodeado de personajes que tanto daño han hecho a Juchitán y al Istmo todo? No hay cosa más contradictoria que ver a una persona de la estatura de AMLO acogido por operadores políticos que invaden terrenos de ancianos, que amenazan y chantajean a la ciudadanía bajo cualquier pretexto y que mantienen en la zozobra a decenas de miles de personas. 
     También resulta irónico que, mientras Andrés Manuel ha sostenido un discurso en defensa de la soberanía energética, sus aliados en el Istmo sean el brazo ejecutor del despojo a los bienes comunales de muchos pueblos, así como el puntal que sostiene algunos proyectos transnacionales.
     Triste espectáculo se vivió ayer en Juchitán. Lo mismo pasó en Tehuantepec y en otros puntos donde hizo paradas el dos veces candidato presidencial. El pueblo no apoyará a quien se rodee de gente que tanto daño le ha causado al mismo pueblo. Es algo que debería saber bien el tabasqueño. Dime con quién andas y te diré quién eres…