Opinión: El cascabel al gato: la precandidatura de Mario López

Mario López se aventuró al ruedo con todo en contra...


Por Gubidxa Guerrero

[Texto publicado en Enfoque Diario, el lunes 21/Ene/2013]

Todo estaba planeado. Los nombres de los precandidatos del partido gobernante en Juchitán son de sobra conocidos. Entre estos destaca el de Paco Piza, sin descontar al Doctor Calvo e inclusive, según se escucha en comentarios de sobremesa, un pariente cercano del actual munícipe Daniel Gurrión Matías.
     Hace algunos días hubo reunión de dirigentes y militantes priístas en conocido salón de fiestas de la ciudad. La supuesta reunión de trabajo, que como suele suceder resultó ser una plenaria de elogios, iba según lo pensado: las figuras que aspiran gobernar una de las ciudades más importantes del Estado de Oaxaca se habían presentado ante la comunidad tricolor. 
     Se peguntó al pleno si había alguno que quisiera sumarse al grupo de precandidatos; y cuando todo parecía planchado se alzó una voz que, ejerciendo su derecho de militante ―además de una larga trayectoria en el instituto político más antiguo de México― pidió ser incluido. El personaje era nada menos que Mario López, conocido empresario y cantautor juchiteco. 
     Aunque al principio se le pretendió ignorar y después se le negó el uso de la palabra, finalmente tuvo que reconocérsele que le asistía la posibilidad de competir en igualdad de condiciones, frente a sus compañeros, por la candidatura de su partido. Quien llegó con dos amigos, salió con una veintena de simpatizantes…
     Mario López es más conocido como artista que como político. Sus canciones se cuentan por decenas, y de vez en cuándo lo vemos sacar a la luz excelentes producciones discográficas, habiendo grabado con la Banda Princesa Donají, entre otros ensambles. Su militancia en el tricolor es de larga data, y goza del reconocimiento y amistad de altos jerarcas del partido, situación de la que no se ha valido, pues hasta ahora ha preferido que otros contiendan por los principales cargos públicos.
     Mario López es de esas voces que ha clamado por la ciudadanización de la política. Consciente de que el sistema ha dado la espalda al pueblo, se aventuró al ruedo con todo en contra. Por ahora muy pocos le ven posibilidades de conquistar la candidatura. Sin embargo, quedan suficientes semanas para que fortalezca su red de amistades en torno a un proyecto común. 
     Juchitán necesita que sus mejores hijos estén dispuestos a trabajar por ella. La figura del trovador zapoteca hace bien al enrarecido ambiente preelectoral. Ojalá en cada organización política, de cara a las elecciones venideras, se alcen ciudadanos de trayectoria limpia para que “los malos no sigan ganando las elecciones”, como solía decir el gran Facundo Cabral.