Opinión: Gato por liebre en Oaxaca

Desalojo de niños y mujeres triquis
en la madrugada de este domingo


Por Gubidxa Guerrero

[Texto publicado en Enfoque Diario, el lunes 24/Dic/2012]

Antenoche se vivió un desalojo en la ciudad de Oaxaca. Decenas de policías ocuparon el Centro Histórico para sacar por la fuerza a mujeres y niños triquis que se manifestaban de forma pacífica. El hecho obedece, aparentemente, al clamor popular en contra de los bloqueos. Pero en realidad no es más que una tomadura de pelo por parte del Gobierno del Estado, ya que estas personas no estaban bloqueando ninguna vialidad, sino más bien daban testimonio físico del rezago que se vive en la Entidad y de la desatención por las mismas autoridades estatales.
     Hace algunos meses explicaba en esta columna que existen dos tipos de bloqueos y dos clases de bloqueadores: “Los [primeros], que resultan comprensibles, mas no justificables, y [los segundos], aquellos que no tienen ningún tipo de excusa ni merecen la mínima consideración. Ni todos los que han llegado a utilizar el bloqueo como medida de presión son unos inconscientes, ni todos los que evitan bloquear son ciudadanos ejemplares. 
     Desafortunadamente la opinión pública tiende a simplificar a niveles absurdos los problemas más inmediatos. De esta manera metemos en un mismo saco a las organizaciones sociales burladas por funcionados gubernamentales incompetentes, y a los líderes sin escrúpulos que tienen a la sociedad en jaque y a los gobernantes a su merced. LOS PRIMEROS NECESITAN ATENCIÓN URGENTE Y UN TRATO MÁS SENSIBLE, ASÍ COMO SOLUCIONES PUNTUALES; los segundos todo el peso de la fuerza pública.
     Al ser dos tipos elementales de bloqueadores, DEBERÍAN EXISTIR DOS MANERAS DE RESOLVER LOS PROBLEMAS. Paradójicamente los grupos que bloquean como medida verdaderamente desesperada son muy pocos, mientras que quienes lo hacen como ‘modus vivendi’ son inmensos. Los primeros están focalizados y son grupos que generalmente desconocen cómo funcionan los hilos del poder. Los segundos son muy mañosos y comúnmente están dirigidos por personas cercanas a las oficinas públicas.
     EXISTE EL RIESGO DE QUE ANTE EL CLAMOR POPULAR POR DETENER LOS BLOQUEOS, EL GOBIERNO OPTE POR EL CAMINO FÁCIL: APLICAR LA LEY DE FORMA SELECTIVA ÚNICAMENTE A LOS GRUPOS DESESPERADOS QUE LO HACEN POR LA MISMA DESATENCIÓN ADMINISTRATIVA. En este caso el Gobierno podría presentarse ante la opinión pública como garante de los derechos ciudadanos, cuando en realidad estaría pactando con mafias poderosas como la Sección 22 del SNTE, los grupúsculos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la llamada Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo (COCEI)”.
     Los acontecimientos del domingo en la madrugada confirmaron las sospechas de la simplicidad gobiernista, que mañosamente interpretó el reclamo social, desalojando a mujeres y niños.
     Yo le preguntaría al señor Gobernador: ¿por qué nunca se ha atrevido a desalojar a sus amigos? ¿Por qué no son molestados por la fuerza pública quienes paralizan toda la Entidad, violando impunemente los derechos de millones de personas? La sociedad no es ingenua.