Opinión: Mitla ante el hartazgo



Gubidxa Guerrero

¿En el Estado de Oaxaca tenemos Gobierno? Más bien, parece que únicamente existen mediadores. Las autoridades que deberían salvaguardar los derechos de millones de ciudadanos, se limitan a emitir comunicados llamando a la ‘cordura’ y ‘civilidad’ de los habitantes que de vez en cuándo deciden hacer justicia por mano propia.
     
Tal sucedió en la Villa de Mitla, población zapoteca ubicada en los Valles Centrales, que decidió poner un “hasta aquí” a la actitud arrogante de la Sección 22 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE).
     
Después del enésimo cierre vial en la carretera Oaxaca-Istmo, los habitantes se despojaron del miedo. De forma amable solicitaron a los profesores que dejaran de afectar el derecho al libre tránsito de miles de personas. Pidieron que no se perjudicara a modestos comerciantes que viven ‘al día’ vendiendo sus productos en la vieja necrópolis zapoteca. Además de lo anterior, el alcalde de Mitla, Alejandro Galo, hizo un llamado puntual al Gobernador Gabino Cué para que las autoridades no los ignoraran (en dos mensajes de Twitter escribió: “Hago un llamado para que no nos dejen solos, ya que no sólo es un asunto local”, etiquetando al mandatario. /  “Maestros de la @SECCIONXXII quieren recuperar las escuelas en Mitla pero están afectando todas las entradas a la Sierra Mixe y al Istmo”). Todo fue ignorado.
     
Entonces comenzó la gresca. Cientos de pobladores se enfrentaron a pedradas y a palos con los sindicalizados. Los mitleños se impusieron y retuvieron a cinco profesores, volcando, además, varios vehículos (lujosos algunos) en que habían llegado. Posteriormente los mentores intentaron rescatarlos, lo que devino en una nueva confrontación en la que, inclusive, se oyeron disparos.
     
Los agremiados retenidos fueron conducidos a la plaza pública, donde los exhibieron ante los medios y los demás habitantes. Poco después, los profesores de la Sección 22 retuvieron al presidente municipal y a otros mitleños.
     
Y fue cuando el Gobierno decidió intervenir. ¿Para qué? Para ‘mediar’ entre las partes en conflicto; para solicitar a los habitantes, por tantos años olvidados, que entregaran a los profesores retenidos. Finalmente ayer en la madrugada el diálogo surtió efecto, pues tanto los profesores, como las autoridades de la Villa de Mitla quedaron libres.
     
El asunto, sin embargo, dista de terminar. Para el día de hoy, se esperan movilizaciones en todo el Estado de Oaxaca, anunciadas por la dirigencia magisterial como medida de protesta por los hechos del miércoles, y para que el Gobierno elimine los pocos espacios ganados por la Sección 59.
     
Lo que aconteció en Mitla es similar a lo que ha ocurrido en otros pueblos, donde la ciudadanía decidió no quedarse de brazos cruzados ante la insolencia de los líderes gremiales y la indiferencia de los servidores públicos. Lo que dota a Mitla de un carácter peculiar es la resonancia mediática por su importancia como destino turístico y por los retenidos en uno u otro bando.
     
Es una lástima que ante el desamparo en que se encuentra el pueblo, se tenga que llegar a estos extremos. Pero mientras las autoridades no se decidan a cumplir con su obligación constitucional --o los líderes magisteriales reconsideren otras formas de presión que no pasen por secuestrar a la ciudadanía-- los habitantes no tendrán otra opción.


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Texto publicado en Enfoque Diario, el viernes 23/Nov/2012; y en Noticias, Voz e Imagen de Oaxaca, el sábado 24/Nov/2012.

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